Atención y Concentración: El Ojo del Brujo

19.04.2024

El proceso de adivinar puede ser definido como imaginar con certeza.

Para el caso de una consulta al oráculo del Tarot, existen muchas variables a partir de las que se puede analizar por qué las respuestas pueden parecer más claras o más confusas - es decir, más ciertas o más inciertas. Pero en este caso, me centraré en analizar dos variables que, como lectores del oráculo, me parecen centrales para tener en cuenta: la Atención y la concentración.

Cuando hablamos de concentración, hablamos de un proceso vinculado a otro que es su marco general y que se llama Atención. La Atención puede ser definida como un proceso mediante el cual el sistema nervioso se enfoca hacia determinados estímulos, y deja de lado otros: logra establecer una figura sobre un fondo.

En este sentido, la Atención es como una especie de ojo mental que se fija en lo que, en un momento u otro, aparece como relevante o destaca sobre el resto de los estímulos que, entonces, pasan a ser trasfondo sobre el cual relumbra algo que llama nuestra Atención.

La concentración o control atencional, en cambio, refiere a la capacidad de poder escoger a qué prestar atención y qué ignorar, siendo posible mantener así, voluntariamente, la Atención focalizada sobre ciertos estímulos -y no sobre otros- durante un tiempo determinado. Este ejercicio incrementa la claridad de la imagen que el ojo mental percibe.

Mientras que la Atención nos permite ir recorriendo las cartas presentes en la Tirada, como el foco de una cámara que vaga de un punto a otro y deja entrar las imágenes que nos permitirán ir hilando historias, tramas o personajes que surgen relevantes, la concentración nos facilita el aislarnos momentáneamente de unas cartas y focalizarnos en otras: como si estuviésemos mirando la trama de una fotonovela narrada por las cartas. Es entonces, cuando nos concentramos un minuto para leer entre esas imágenes un hilo de sentido.

Voluntariamente, nos entregamos a contemplar algo que ha llamado nuestra atención. Nos entregamos a mirar porque, como lectores del oráculo, a eso precisamente nos han convocado: advertir claramente, poner palabras a lo visto y transmitir la imagen de la manera más nítida posible. Es decir: imaginar con certeza.

El concentrarnos nos abre la puerta a profundizar y definir formas más complejas, para ir separando poco a poco unos elementos de otros, y luego volver a unirlos en un todo que muestre los detalles de la trama revelada.

La lectura del Tarot es una meditación junto a otro, que acude a consultarnos como lectores del oráculo y que, para ello, generosamente acepta compartirnos su historia. 

Otras herramientas -como la Bola de Cristal- también nos ayudan a centrar nuestra mirada con claridad, para saber transmitir los detalles que develan los arcanos. Ser lector de Tarot es ser un cronista.

Leer Tarot es sentir y concentrarse en aquel sentimiento: en ese sabor, en esos detalles - para luego, traducir en palabras todos aquellos matices que pudimos apreciar.

En este sentido, los ejercicios de meditación nos ayudarán siempre para mejorar como intérpretes del oráculo, ya que con ello nos fortalecemos en el cultivo del ejercicio voluntario de concentrar nuestra Atención para dilucidar el sentido de la trama.

Dejo aquí un ejercicio básico de meditación, que es muy interesante de realizar para quienes se interesen en iniciarse en la Bola de Cristal. Proviene del Raja Yoga y se llama Trataka.


TRATAKA

Para hacer este ejercicio, elija una posición cómoda. Personalmente, recomiendo sentarse en una silla con la espalda bien apoyada en el respaldo y dejando los brazos y las manos reposando sobre sus piernas. Pondrá frente a usted una vela en su palmatoria o candelabro, sobre un escritorio, mesa o cualquier superficie firme. La llama de la vela debe quedar a la altura de sus ojos.

Comience mirando relajadamente hacia el punto más luminoso de la llama de la vela, mientras respira lenta y profundamente y deja que sus ojos se acostumbren a la imagen del fuego.

Dedique un momento a respirar: inspire lentamente durante un periodo de diez segundos; luego, retenga el aire otros diez segundos más, y luego exhale a lo largo de otro periodo de diez segundos. Finalmente, mantenga los pulmones sin aire diez segundos más, antes de volver a inspirar y recomenzar el ciclo. Hágalo unas cinco veces y luego, si se ve capaz de repetirlo, haga otro ciclo de cinco respiraciones para completar así las diez. Notará inmediatamente cómo su mente se despeja, y le resulta más fácil concentrarse en lo que hace.

Una vez completado este ejercicio de respiración y volviendo a la normalidad, enfoque su Atención en la llama de la vela. Concéntrese, mirando los detalles de la llama: su color, luminosidad, las formas que adopta el fuego, su reflejo en el color de la vela.... Tras uno o dos minutos de observar detenidamente la llama, cierre los ojos y reproduzca mentalmente todos los detalles. Esta parte del ejercicio, con los ojos cerrados, debe hacerla otros dos minutos más, intentando que esta imagen mental del fuego de la vela sea lo más completa posible.

Abra los ojos, y vuelva a concentrarse en la vela encendida. Repita el ejercicio al menos dos veces más, observando la llama, y reproduciendo luego la imagen mentalmente. 

La simplicidad de este ejercicio es enorme, y no debería requerir ningún gran esfuerzo si no fuese porque al cerebro no le gusta hacer ejercicio. Se verá interrumpido, en algunos instantes, por la inquietud de querer moverse, de pensar en otra cosa, o se dirá a sí mismo que pierde el tiempo en tonterías. No desespere: esto es normal, y se encuentra descrito desde antiguo en los textos de los grandes maestros meditadores. La mente salta de un lado a otro, es su naturaleza. Cuando comience a ocurrirle, con tranquilidad y amorosamente tómese a sí mismo y vuelva a enfocar su atención en la vela. No intente luchar contra estas interrupciones: antes bien, acéptelas amorosamente, y luego retorne el ejercicio en paz.

Trataka le ayudará desde el primer momento a mantener la atención y a mejorar su memoria. Su práctica constante le servirá para concentrarse mejor en todo lo que haga.