La Magia de las Velas: ¿qué color elegir?

La vista es tan preeminente como sentido, que en las prácticas meditativas a veces es necesario cerrar los ojos para centrarnos en nosotros mismos y no distraer la mente con lo que llega hasta nuestros ojos. Comparativamente en cuanto a desarrollo, el oído y el olfato representan una porción mucho más pequeña de nuestro campo sensorial, por lo que no resultará extraño que la luz y el color tengan tanta influencia en nuestro estado de ánimo y bienestar.
Hace miles de años, los ocultistas ya habían revelado el significado profundo de los colores. Por ejemplo, en las prácticas meditativas del Raja Yoga a cada chakra corresponde un color específico, y su meditación utilizando el color adecuado en el punto preciso puede encaminarnos hacia estados trascendentes de conciencia.
El rojo, el naranja, el amarillo, el verde, el azul, el marrón, el dorado o el violeta son colores que, en sí mismos, poseen atribuciones, cualidades y efectos que los hacen distintos cualitativamente, al margen de su clara diferencia visual. La cromoterapia es uno de los métodos más antiguos de curación, y se basa en la fuerza curativa de la luz solar y de los colores que la componen. Es sabido que en los países nórdicos, en donde los largos meses de invierno privan a sus habitantes de luz solar, las terapias de luz son una efectiva forma de estimular el estado de ánimo de manera saludable.

Los antiguos, tras constatar las propiedades de la luz, vieron en esta fuerza una metáfora del bien y de la vida, y acabaron identificando el sol con la divinidad. Culturas enteras, como los incas o los egipcios, adoraron al sol como la fuente dadora de vida. Con el tiempo, se llegó a la conclusión de que cada uno de los colores representaba una acción específica y, por esta razón, se atribuyeron diferentes colores a los diferentes diferentes dioses que poblaban sus panteones.
En lo referente al trabajo y a los rituales mágicos con velas, el color es uno de los factores más importantes. Entre las primeras cuestiones que se ha de tener en cuenta, está la Ley de Correspondencias de los distintos colores. Cada color está vinculado con un planeta, con un tipo de temperamento, con un estado de ánimo, con un signo del Zodiaco, con un espíritu o entidad incorpórea, con uno de los cuatro elementos, con una o más plantas, animales, etc.
De la misma forma en que el sonido es vibración, el color y los distintas tonalidades poseen longitudes de onda características que las distinguen a unas de otras. A través del ojo, el cerebro es capaz de ver y reconocer incluso cambios muy sutiles, identificando así tonalidades distintas dentro del amplio rango de cada color básico. Los colores nos ponen en sintonía con las fuentes o poderes afines, y por ello es conveniente utilizar el color correcto en cada trabajo o ritual. Te invito, a continuación, a revisar una breve reseña de la importancia ritual de los colores utilizados ritualmente.

ROJO: Es el color del planeta Marte y de la sangre, que está regida por dicho planeta. Representa la energía y la vida física, y se utiliza en rituales relacionados con la fuerza, la creatividad y el amor físico ya que, tradicionalmente, es considerado el color del corazón. Puede utilizarse también para reactivar la salud y fortaleza física, y para activar o regenerar cualquier situación estancada.
ROSA: Es el color del planeta Venus y de su signo, Libra. Rige el amor y los aspectos sociales de la vida, el matrimonio y todo tipo de compañía. Es un color emblemático de las virtudes idealizadas del romance, la suavidad y el afecto. El rosa es un rojo mezclado con blanco, lo cual lo hace menos destructivo e impetuoso, menos centrado en si miso y menos estimulante - no obstante, sigue siendo alegre y apasionado. Para muchos, el rosa es una vibración superior del rojo y representa la belleza, la esperanza y el amor dulce y desinteresado. Se le considera apropiado ritualmente a todo lo que se relacione con suavidad, dulzura y comprensión.
AMARILLO: Es el color del intelecto. Las velas amarillas se utilizan para traer claridad de pensamiento, despertar el poder de nuestra mente o aprovechar nuestras capacidades mentales. Por otra parte, también es un color empleado para llevar alegría a alguien o algo ya que, al interpretarse como el color del sol, atrae con sus vibraciones las ganas de vivir. Será, pues, muy útil en casos de depresiones o tristezas. También se utiliza para suavizar comportamientos ariscos. En definitiva, será ideal para aportar luz y claridad mental, alegría, calidez y desarrollo de las potencialidades mentales.
NARANJA: Cuando el amarillo se combina con el rojo, obtenemos el naranja. Se trata de un color vigorizante, energizante, emocional y generador de vida. Combina a la perfección la fuerza y el impulso del rojo con la inteligencia del amarillo y estimula a actuar con certeza y rapidez. Es ideal para atraer armonía y estímulo a la vida, sin producir demasiados sobresaltos pero promoviendo movimiento e impidiendo que las situaciones se estanquen. Tiene una energía de atracción muy potente, por lo que es muy eficaz para potenciar lo que estemos pidiendo.
AZUL: Es el color de los cielos y las nubes, claro y radiante. Por ello, siempre ha estado vinculado con lo celestial con los dioses. A menudo, es considerado el color de Júpiter. Se suele asociar también con espacio y profundidad. Es un color frío y asociado, por tanto, con esa sensación térmica. Las personas muy sensibles pueden llegar a sentirse cansadas o con el ánimo bajo cuando permanecen en una habitación predominantemente azul. Incentiva cualidades espirituales como la sinceridad, la fe, la esperanza, el amor espiritual y la fidelidad. Es ideal para arreglar disputas o para arreglar situaciones difíciles entre personas, o para conectarse mejor con el mundo espiritual. Es el color del ajña chakra o "tercer ojo", por lo que estimula la clarividencia.
VERDE: Es el color de la fertilidad, y está estrechamente relacionado con la Madre Tierra. Así, será muy útil en asuntos que necesiten gran productividad o creatividad. Atrae el equilibrio de cuerpo y mente, permitiendo forjar estabilidad. También es un color asociado a la salud, por lo que se puede usar ritualmente para combatir la enfermedad. Es muy útil para aquellos que necesiten suerte o mejorar su situación financiera. Sin embargo, si el tono se ennegrece o tiende tonalidades muy oscuras, se asocia a los celos, envidias y sospechas.

MORADO y PÚRPURA: La gama de morados, púrpuras y violetas proviene de mezclar el rojo con el azul. En la antigüedad, el púrpura era un color extremadamente caro, razón por la cual sólo tenían acceso a él las clases altas. En la Roma Imperial, por ejemplo, su uso estaba reservado sólo al emperador y a los integrantes del senado. Es un color espiritual y psíquico, dotado de sabiduría, reverencia, idealismo y dignidad. Morado o púrpura significan, por lo tanto, éxito, elevación social, prestigio y prominencia social. Es un color con el que hay que tener un cuidado especial, ya que puede promover un exceso de ambición.
VIOLETA: Es el color de la transmutación y de la transformación de lo pasado en un camino abierto al futuro, o de las viejas actitudes en otras perspectivas más evolucionadas. Para los antiguos, simbolizaba "la vestimenta de Dios" y, como tal, se le consideraba sagrado, simbólico de la inocencia, del amor a la verdad y de la verdad del amor. Psíquicamente, estimula la imaginación y la creatividad, ayudando en los procesos de adivinación ya que, siguiendo la antigua definición del término, adivinar es "imaginar con certeza".En este sentido, tiene la capacidad de alcanzar grandes alturas aun cuando siempre está velado por e misterio de lo incognoscible. Es el color de la piedad, el sacrificio y la perseverancia. En los rituales con velas, su poder curativo es relevante y, al mismo tiempo, facilita la meditación profunda y abre la mente a llegar al mismo centro de las cuestiones trascendentales que nos preocupan. Es un color sedante, por lo que mezclar ritualmente una vela violeta con otra amarilla o naranja puede ayudar a superar las tristezas. La vela violeta es protectora y transmutadora por naturaleza.
GRIS/PLATEADO: Se utiliza para denotar edad, madurez y sabiduría en un sentido positivo, aunque en un sentido negativo puede significar chochez, senilidad o lamentación por la juventud y las fuerzas que se acaban. La correspondencia viene dada porque la vejez suele traer, como consecuencia, que los cabellos se vuelvan grises o plateados. Por otra parte, se le considera neutral ya que es la adición de blanco al negro: se detiene el mal representado por la oscuridad, pero la situación se estanca y se enfría, llegando a un punto muerto - como el fuego que, al apagarse, deja cenizas de color gris que se enfrían paulatinamente. Se puede utilizar cuando se desea detener algún mal o congelar una situación determinada para que ésta no siga avanzando. Esta vela también atrae las energías lunares, por lo que se la puede utilizar en ceremonias o rituales nocturnos para presentificar esas energías. En sentido positivo, al detener el avance de la oscuridad, aporta serenidad y claridad de juicio en los momentos más oscuros.
DORADO: Esta vela representa el color del oro, y está asociada con los rituales solares. Es un color tradicionalmente vinculado a la abundancia y prosperidad, por lo que es excelente en rituales para pedir mejoras financieras. Su energía atrae la nobleza de las amistades duraderas y de la estabilidad en relaciones sentimentales, así como el disfrute de la vida en sus facetas más simples. En consecuencia, se trata de una vela potenciadora en rituales para atraer prosperidad y estabilidad en la vida, buena fortuna en los ciclos que se inician (como, por ejemplo, en los rituales de año nuevo) y felicidad para las parejas que comienzan su camino juntos o que se encuentran pasando por algún bache que les haya desestabilizado.
BLANCO: Es el color de la limpieza la pureza y la inocencia. Como una nota que puede sonar algo irónica, podemos indicar que la palabra "candidato" viene de la palabra "cándido" porque, en la antigüedad, el candidato a algo debía vestirse de blanco para simbolizar la inocencia y la candidez de sus intenciones para con los bienes públicos. Representar algo de blanco es revestirlo de un estado de pureza intacta. Entre otros detalles a observar, podemos señalar que las ropas con que se representa a Cristo resucitado son blancas, y blancas son las túnicas con que se representa a los santos y a todos aquellos que están en presencia divina. Este color contiene en sí mismo a todos los colores, por lo que las velas blancas pueden utilizarse a modo de comodín. La mayoría de rituales y ceremonias se pueden hacer utilizando velas blancas, así sea para solicitar los aspectos más materiales o espirituales que necesitemos. En caso de duda, las velas blancas son siempre las más recomendables.
NEGRO: Se trata de un color relacionado con la noche y la oscuridad. Es la ausencia absoluta de color, la pérdida de la luz y la finalización del día y, en consecuencia, es símbolo de la muerte, la putrefacción, el frío del invierno y sus días oscuros, el mal y las desgracias. No obstante, hay que observar que sin el invierno no es posible la renovación de la primavera y que, tal como indica la parábola, para que el grano germine y dé fruto primero ha de bajar a la tierra y podrirse. Esta vela se puede utilizar en rituales para alejar lo malo, preparándola de tal manera que al consumirse la vela también se consuma con ella el mal que deseamos combatir.
MARRÓN: Es un color asociado a la tierra cuando aún no ha sido sembrada. Asimismo, se relaciona con los tonos ocres del otoño y con la lentitud que precede al invierno. Hace referencia a la solidez y estabilidad de la tierra, por lo que puede ser utilizada para restaurar la confianza en uno mismo o en la vida. Sin embargo, su aspecto negativo es la incertidumbre por lo que hay que especificar muy claramente lo que se desea conseguir al utilizar esta vela. También, puede utilizarse para pedir firmeza y estabilidad en situaciones que lo requieran como, por ejemplo, los negocios.
