Orientación y Simbolismo de las Partes del Cuerpo en las Cartas

El mensaje de las cartas del Tarot se encuentra cifrado en nombres, distribuciones, colores, números, rostros, objetos, formas distribuidas de cierta manera (y no de otra) en el espacio donde se despliega la alegoría.
Me referí anteriormente en otro artículo, que puedes leer AQUÍ, al significado simbólico de los colores utilizados para iluminar la figura alegórica. En el presente, revisaremos las claves simbólicas de la orientación y de las distintas partes del cuerpo que componen la imagen que representa el mensaje arcano.
Orientación

La Orientación de las figuras indica la naturaleza de su acción. Para su examen, la posición de cada figura queda determinada en relación al observador. Por ejemplo, la cabeza de El Mago se considera vuelta hacia la izquierda cuando, en la realidad del dibujo, está mirando a su derecha.
Dependiendo de que el personaje esté visto de perfil izquierdo, de frente o de perfil derecho, existe meditación, acción reflexiva, acción directa o evolución – es decir, verse arrastrado a la acción porque la situación total ha cambiado completamente.
Estando el personaje de pie, indica un trabajo latente que se ejerce activamente a través del mando, la actividad y la energía puesta en juego. Si está sentado, la acción se ejercita de modo pasivo a través de la inercia, la resistencia o la elaboración interna.
Siguiendo este método de interpretación, la cabeza juega un papel principal porque indica la tendencia o voluntad impuesta a la acción; si, por ejemplo, la cabeza está vuelta la izquierda (como en El Mago), hay reflexión antes de proceder a la acción, que se prepara para ser directa.
Partes del Cuerpo
Cabeza:
Voluntad, intención de la actividad.
Cabeza Descubierta: La voluntad no se expresa en lo físico, sino que depende de su impacto anímico.
Tocado: Implica la realización material del pensamiento, que se manifestará en el orden de ideas y hechos que el tocado implica. Por ejemplo, una corona implica una gran radiación (es decir, un gran alcance), mientras que un sombrero podría implicar una difusión más modesta o acotada. Asimismo, al ser una corona un objeto impuesto por otros como un poder cedido a otras manos, y siendo un sombrero algo probablemente elegido al gusto personal, se trata en el primer caso de una actuación más general que refleja responsabilidad para con los otros - por ejemplo, en quien actúa por responsabilidad o mando - mientras que el otro caso implica un alcance más específico, más apegado a una necesidad antes personal que colectiva.

Si comparamos el Caballero de Espadas con el Caballero de Copas del Tarot de Marsella, podemos ver que el primero lleva puesto un casco ribeteado de amarillo (inteligencia divina, es decir, se le ha entregado la capacidad distinguir de manera clara el objetivo de su acción y programarla en consecuencia), con un borde azul que tiene diez círculos (esto lo conecta con el Arcano X, La Rueda de la Fortuna). Es decir, la voluntad se encuentra enfocada en la puesta en marcha de una evolución, mediante una acción decidida y valiente (simbolizada por el caballo rampante). Una necesidad a la que se ha visto arrastrado por los hechos que cambian a su alrededor sin concurso de su albedrío (Arcano X). Por otra parte, el Caballero de Copas actúa desde su emoción, sin planificar su acción, arrastrado por el curso suave, a tientas (como el paso de su caballo), a la búsqueda de un motivo que aliente su siguiente paso.

Cabellos: Expresan las emociones y hechos que fluyen a partir de los pensamientos del personaje. Si son incoloros, indican pureza a la espera de lo que el medio ambiente le ofrezca para dirigir su acción (como en el caso anterior del Caballero de Copas). De esta manera, se expresa un anhelo de encontrar un ideal o sueño, aunque sin saber cómo su ilusión podría llegar a tomar cuerpo en la realidad. Es la figura de quien se eleva en sueños hacia algo que, de momento, parece inalcanzable cuando pasa a contrastarlo con su realidad inmediata.
Los cabellos de color oro representan realizaciones formales y concretas, más conseguidas y guiadas por un aprendizaje o inteligencia. De color azul, la fuerza se encuentra encerrada en lo psíquico y tiende a ser reprimida.
Los cabellos sueltos implican una gran fuerza de voluntad. Recogidos, la manifestación se encuentra contenida, a la espera de un hecho que la desencadene. Por ejemplo, en el caso del Arcano VIII La Justicia, el personaje nos mira fijamente pero su acción está contenida, y sólo se dará a conocer a partir de un hecho que desencadene una acción que ya se encontraba prevista.
Barba: Indica la voluntad de plasmar en hechos sus palabras.

Cuello: Se interpreta como aquello que media entre los aspectos anímicos (representados por el pecho, sede del corazón), y la cabeza que simboliza lo consciente en tanto residencia de los procesos racionales. Un cuello descubierto indica una comunicación simple y directa entre estos planos. En cambio, un cuello cubierto refuerza, según su color y detalles, las diferencias que existen entre lo anímico y lo racional.
Una protección en la base del cuello indica la necesidad de buscar apoyos en la realidad antes de plasmar sus necesidades internas, el control de los impulsos propios hasta un momento más propicio. Completamente descubierto, representa libertad e independencia. En el caso del Arcano XI La Fuerza, la comunicación es directa, orgánica, no requiere de represión sino de un diálogo fluido entre las verdades sentidas por el cuerpo y su representación congruente, que permite asumir y cuidar las propias necesidades. Asimismo, el pie que asoma desnudo indica una conexión directa y sensible con la realidad externa, absorbiendo a través de sus mismas acciones las energías telúricas que le alimentan y pudiendo situarse con firmeza y confianza en cada punto de su recorrido.

Busto: Es el lugar de la respiración, el corazón y la digestión. Tanto la respiración, como los latidos cardíacos o el movimiento intestinal se ven afectados por las emociones, por lo que el busto representa la vida emocional. La parte espiritual de lo anímico se ve reflejada en el pecho (sede del chakra Anahata, que rige la Voluntad), mientras que el vientre refleja la materialidad en donde la vida anímica se vuelve carne (reside allí el chakra Manipura, que rige la digestión y los procesos que llevan a aprender de lo vivido, además de albergar la matriz en donde la nueva vida se genera y es alimentada).
En el caso del Arcano VII El Carruaje, la coraza azul de busto indica una protección anímica que reviste la pulsión de su voluntad, que entonces se ve mediada por su mundo interno y no se expande descontroladamente. Los tres cheurones que la conforman, dos superiores de seis puntos cada uno y uno inferior de tres, conectan este Arcano con Los Enamorados (VI), El Colgado (XII), La Emperatriz (III) y El Ermitaño (IX). Para expresarlo de manera más clara, el personaje reviste su voluntad de espiritualidad, gracias al aprendizaje obtenido por el goce (representado por el 3 de La Emperatriz) de sus deseos más íntimos reflejados en sus propias elecciones y atracciones, reforzadas y sentidas una y otra vez (el 6 de Los Enamorados, repetido). Este aprendizaje le prepara para asumir los sacrificios necesarios si decide jugárselas por sus propias opciones (El Colgado, en tanto 6 + 6 = 12). Además, dispone en su fuero interno, de un lugar confortable donde crecer alimentado por la reflexión sobre las consecuencias, para bien o para mal, de sus propias decisiones (El Ermitaño, en tanto 3 + 6 = 9). La suma total de los puntos inscritos en estos cheurones (6 + 6 + 3), refiere al Arcano XV El Diablo. Es decir, el personaje ha recubierto su voluntad de espiritualidad, para protegerse de los engaños y sufrimientos que se encontrará al poner en marcha su vida recorriendo el plano material.
Cintura: Esta parte del cuerpo antecede a las piernas - los pasos de su recorrido - y refleja la forma en que los anímico y lo racional van resumiendo y acumulando la sabiduría acumulada paso a paso en la acción desplegada en la materia. En el caso de El Carruaje, este gesto viene a reforzar el mensaje cifrado en su coraza azul.

Brazos: Las extremidades superiores son las herramientas que dan salida a la creatividad y la voluntad, en tanto intervención humana en el mundo. Se ha dicho que el paso del ser humano a ser bípedo, dejó libres sus manos para diseñar las herramientas con las que ha podido dar forma a los materiales que la Naturaleza le ofrece, logrando así brindar un sitio en donde la riqueza del mundo interno pase al dominio de lo material y se armonice con el resto del Universo.
Los brazos indican acciones inteligentes, razonadas, que interpretan en sí los planos mental y anímico (los colores indicaran qué peso tiene cada uno de los elementos).
El Tarot asume sus personajes como diestros y no zurdos, en tanto organización corporal más común en el género humano. En este sentido, el brazo izquierdo, menos controlado por la voluntad, transmite los aspectos más anímicos y espirituales, enraizando directamente en la dinámica inconsciente. Por otro lado el brazo derecho, de mayor control consciente, transmite las decisiones, voluntades o esperanzas que se llevan a cabo como actos decididos y prestos a ejecutar.
El brazo caído. indica una acción que ha producido ya sus frutos, o un impedimento puesto allí conscientemente para obstaculizar un acto o energía.
El brazo elevado indica una conexión con lo Alto, una captación de fuerzas cósmicas para dirigirlas hacia un punto en concreto.
El brazo sobre la cintura, a medio cuerpo, recela una circulación entre lo anímico y lo físico, una retroalimentación entre los hechos conseguidos o frustrados y sus repercusiones anímicas, lo que le llevará a desligarse de sus acciones o a reforzarlas mediante otros tantos actos y decisiones posteriores.
En el caso del Arcano IV El Emperador, su brazo izquierdo reposa sobre el cinturón amarillo que rodea su cintura. Manifiesta la reflexión que realiza sobre los frutos de aquellas acciones propias ya concretadas y que constituyen la base para su avance posterior. El torso, caderas y piernas, se hallan revestidas de espiritualidad, y su cinturón amarillo indica que posee una síntesis inteligente (es decir, ha mirado los pros y los contra) de los elementos aportados, en cada caso, por la actuación conjunta de lo anímico y lo racional. El repaso interno de esta sabiduría acumulada, le permite meditar cuidadosamente sus nuevas acciones (esto se ve reflejado en su orientación completamente a la izquierda). Su brazo derecho, por otra parte, empuña un cetro dorado rematado con un orbe que, a su vez, está coronado por una cruz. Este objeto indica que su poder descansa en su capacidad de saber distinguir y decidir, sacrificando lo que sea necesario para edificar y mantener su propio reino. Este brazo derecho, firme, demuestra una voluntad consciente de ejercer el poder que posee, pero está orientado a la izquierda indicando que no se deja arrastrar por los acontecimientos sin ton ni son, sino que evalúa antes de actuar pero, una vez evaluado, lleva firmemente a la práctica sus decisiones.

Piernas: Indican la realización mediante la acción. Conectan con el chakra base o Muladhara, punto de conexión entre el ser y la tierra y refugio de la energía Kundalini. Los pasos pueden liberar o encadenar, reconectar con los ritmos cósmicos o aislarnos de la energía universal.
Si el personaje está de pie, su acción toma asiento en la realidad. Si está sentado, acumula fuerzas y espera a un momento concreto. Si las piernas se encuentran cruzadas, señalan el mantenimiento voluntario de un statu quo.
Pie: Concretan la acción en sus detalles. El color de su calzado simbolizan la energía que impregna cada uno de los detalles de sus actos. Desnudos, implican una acción directa basada en las necesidades y ritmos del cuerpo.
En el caso del Arcano XII El Colgado, los pies se encuentran hacia arriba. El personaje ha detenido sus pasos. Si se observa cuidadosamente, la cuerda que aparece sobre los pies no anuda el tobillo, por lo que se trata de la renuncia consciente a caminar. La pierna que ancla al personaje en su postura es la izquierda o, dicho de otra manera, implica un renunciamiento interno que arrastra a su inacción a la pierna derecha, la del paso consciente. El cruce de sus piernas refuerza la idea de mantenimiento voluntario de esta pausa, al tiempo que dibuja una cruz (el emblema del sacrificio por una causa superior). Los brazos no muestran las manos, y se mantienen inmóviles. Manifiesta así su renuncia libre, total y voluntaria a ejercer cualquier tipo de influencia sobre lo externo, y velando completamente cualquier posibilidad de intervenir. Los pies azules muestran que es su búsqueda espiritual la que le ha llevado a esta posición, al tiempo que sus piernas rojas revelan las actividades y pasiones materiales que se han visto puestas en pausa para permitir la introspección completa.

De esta forma, se puede acceder a lo cifrado en las alegorías, enriqueciendo su detalle en cada repaso e hilando cada vez más en fino su carga simbólica. Esta vía de entrada constituye una forma privilegiada de meditación e inmersión en el mensaje de cada Arcano. El contrapunto que se crea entre las impresiones que, en cada lector, provoca una carta concreta junto a sus códigos de color, orientación y expresión, permite entretejer una comprensión profundamente personal del universo ofrecido por cada uno de los iconos de la baraja, y dando poco a poco lugar al surgimiento de un lenguaje propio con el que transmitir nuestra experiencia sensible cada vez que procedemos a dejarnos inspirar, tanto en el momento de la interpretación como de la reflexión.